Antes de los deseos y su cortejo
antes de las promesas de existir en ti,
mi inocencia caprichosa te inventó.
Te escribió en besos henchidos de viento
en los mares azules de la vida
al borde de tu cuerpo, sin saberlo. Te escribió.
Caligrafía que traspasaba la carne
entre un hallazgo imposible
y un encuentro en los confines de dos.
Letras que de abecedarios antiguos
componían caricias desnudas en los cuerpos,
y sinfonías en el último suspiro del amor.
2 comentarios:
Casualmente te encontre un dia. No sabia que este lugar estaba vivo y hoy me lleve una grata sorpresa al ver que era asi.
Hasta hoy solo te leia, pero la sorpresa me hizo participar, también.
Prometo ser asiduo de ti.
Querido Javier: ¡¡¡bienvenido- en nombre de todos- a este lugar de palabras, imágenes y reflexiones sin pretensiones eruditas.
Gracias por animarte a compartir con nosotros esos fragmentos de alma que dejamos pasar entre las algarabías de los anónimos...
Besos: Juana
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