jueves, 29 de noviembre de 2007

Cartas a Nacho

Atisbé tus desamparos en la lejanía de un instante


la lluvia anegó mis ojos,


la ternura se disimuló en un gesto.


Un pudor, exhausto, se reveló lúcido recitando:


"te envolvería en mi alma


si con ello pudiera evitar tus pesares


despojarte de tu vida,


como un ladrón, yo no quisiera".


 


Afiliado a perplejidades y coincidencias


te deslizarás tras el aire suave de la tarde,


declinando en mis territorios


los huecos de afonía que concede la duda.


Te abandonarás hacia la inmensidad de tu destino,


que no confluye con mis lunas.


Convengo en descifrar la inspiración de mis lágrimas...


Y sonrío.


 


Asentada tu muralla, y


libre ya de las enfermedades de los días,


incorpóreas, sutiles, impensadas, y


expectantes: se impondrán otras horas.


Tus alardes anhelosos de novicio


buscarán las furtivas esferas de los mares,


las ofrendas bulliciosas de la risa


y la algarabía de las miradas.


 


Seré una sombra hecha de palabras


amordazada o imprudente;


en el estrépito de tus cruzadas: yo estaré.


Me inventarás


en una ausencia de ecos y rumores


que aturdirán tus oídos.


Allí donde la imagen infaliblemente permanece


hallarás lo que creías perdido: yo estaré.


 


Yo estaré,


con los ojos inundados de alegría,


seré una vibrante primavera,


sin encadenar tus sueños con grilletes,


prestando tregua a tus quebrantos


sin acudir a las exequias de tus utopías.


 


Para que una elección de topacios


se alce entre tu vida y la mía.


 


El canto de un padre


fotografía: niguez.com


 

martes, 27 de noviembre de 2007

El plenilunio de las miradas

El deseo se refugió en nuestros ojos

invadiendo miradas de magia y sahumerio,

entonando salmos de viento,

alabando ecos de luna.

 


De los días hicimos reliquias de arena,


sin los abismos de las tinieblas,


amarrando promesas de calma sedienta.


No hubo epílogo.


 


Las brisas de horizontes azules


se saciaron de aguas oceánicas


de versos con huecos de amor


que exhalaban olores de distancia.


 


 Reliquias de arena


fotografía: niguez.com


 


 

jueves, 22 de noviembre de 2007

Encuentros

Los ojos me dolían de esperar.


Pasaste.


Jaime Gil de Biedma


A veces vuelvo el rostro hacia ti y


te veo trenzando encuentros a la luz de las


estrellas.


 


Amarrado al destino de las oscuridades marinas,


te afligen los cantos de sirena como a los poetas


la proa de un verso.


 


Y recorres de memoria la ira, la alegría y la


muerte. Todo está dicho. Esperas que sople el


viento. Me gustan tus esperas.


 


Y mis preguntas te asaltan, porque sabes que son


la inmensidad de mis espantos.


Y las cantas para que no llore.


 


A veces vuelvo el rostro hacia ti y


te veo olvidando. Me gusta como olvidas.


En silencios largos como tus besos.


 


Y me miras con palabras que no entiendo


porque son las palabras de tu tristeza.


Y tengo miedo.


 


Y me abrazas con tus sueños


alejando a los fantasmas de mis noches,


recogiendo las voces más hermosas


para llenar mis oídos de juegos.


 


Pensando eternidades


 


fotografía: niguez.com


 

martes, 20 de noviembre de 2007

Curiosidad

             ¿El arte es un plagio

o una revolución?

 


          La revolución es una ironía


          el plagio una continuidad.


 


          La ironía es una intención


          la continuidad una culminación.


 


          La intención es ilegible


          la culminación lo creíble.


 


                    ¡El arte es el plagio de una ironía


                                 que hace de las intenciones


                                                  revoluciones!


 


Ironías de la Historia


fotografía: niguez.com


 

jueves, 15 de noviembre de 2007

Canto a dos voces


si te quiero es porque sos


mi amor mi cómplice y todo


y en la calle codo a codo


somos mucho más que dos



Mario Benedetti


 



          Cuando me besas, nos visita esa luz preñada de


universo y respiramos el perfumen del cielo.


Lanzamos redes a los días


          y sueños a los vientos.


 


          Cuando me besas, la luna se asoma a su atalaya de


jaspe y canta músicas fugitivas.


Libres se rescatan nuestras soledades


          porque no somos uno.


 


          Mi amor, tú sabes que somos dos


          cuando me alcanzas con tus manos de fuego.


 


          Tu soledad se adentra en la mía


          para desenredar la vida.


 


          Y amarrando encuentros


          cabalgamos en olas de mares infinitos.


 


          Cuando me besas, anuncia la mañana su ocioso regreso


proclamando descuidos.


          Impacientes se desanudan nuestras soledades


                    porque no somos uno.


 


Complicidad


 


fotografía: níguez.com



 

martes, 13 de noviembre de 2007

Los amores góticos

 


Y cuando en los sueños te pierdo...


¿qué puedo hacer?


¿desplegarme por la Tierra y adentrarme en los mares


dejándome arrastrar hasta el firmamento?


¿escribir versos de amor olvidados?


¿caminar con ceniza y polvo en los zapatos?


0 ¿sorprender a Dios con mis preguntas?


 


Preguntas a Dios


 


 


fotografía: niguez.com


 

jueves, 8 de noviembre de 2007

A Galileo Galilei

In memoriam

A todos los hombres que se adelantaron a su tiempo.


 


          Copernicano dios de las estrellas


deja que llore tu desgracia.


          De rodillas, abjurando de la Tierra


el movimiento y su fatiga.


          Cómo de tanta ceguera consolarte


cómo redimir tanta soberbia.


          Déjame acompañarte en tu infortunio


toma mis ojos


 


                         y engrendra de nuevo la luz.


 


          Copernicano dios de las estrellas


deja que llore tu desgracia.


          De rodillas, abjurando del Universo


su inmensidad, del Sol su majestad.


          Cómo acallar tanta ignorancia


cómo liberarte de las sombras.


          Deja que me una a tu calvario


toma mi rebeldía y grita con tu voz oceánica:


 


                         ¡y sin embargo, se mueve!


 


Harmonicus


fotografía: niguez.com


 


Galileo Galilei


 

martes, 6 de noviembre de 2007

Elogio al paso del tiempo

 


                                         Somos:


monosílabos de arena descendiendo,


azules atrapando los verbos del recuerdo,


la vida acariciando el pasado con esmero.


 


                                       Somos:


el horizonte silencioso que sucede


y nos despierta disparando besos,


a nuestros labios viejos.


 


Vida vivida


 


fotografía: niguez.com