martes, 2 de octubre de 2007

El canto de las ausencias

 


Me faltas tú, la noche y su ofrecimiento,

sin ti el alma toda me sobra.

Un lamento solitario se esconde,

sin ti el viento sopla taciturno.

 


Me faltas tú, el día y sus esperanzas,


sin ti la vida toda me sobra.


Un llanto de dentelladas abatidas agoniza,


sin ti el mar furioso enloquece.


 


Me faltas tu, el sol y su áureo sosiego,


sin ti la risa toda me sobra.


Un suspiro de amargura desarraiga las lujurias,


sin ti los acantilados se desprenden.


 


Me faltas tú, las olas y su suplicante regreso,


sin ti la belleza toda me sobra.


Un sollozo de bálsamos impudentes acontece,


sin ti la bruma asedia el paisaje.


 


Me faltas tú, la lluvia y sus versos de estío,


sin ti la piel toda me sobra.


Un gemido de ruindades me amenaza,


sin ti las tempestades sitian mi vida.


 


Caminos sin huellas


fotografía: niguez.com


 


 

3 comentarios:

rufigarcianadal dijo...

Querida Juana:
la ausencia de oxigeno, impide el desarrollo del fuego.
Así de enérgico, veo, este canto de privaciones,carencias, vacios, pensados y escritos desde el alma nostálgica, que añora la falta de lo conocido.
te quiero

juanahernandezconesa dijo...

¡Querida Rufi!

Qué bonito lo que cuentas...
El alma llora en este poema por la pérdida de lo amado. "Me faltas tú..." La voz poética insiste en que la ausencia es la causa de la pena. Una pena que impide respirar- siguiendo con tu metáfora- porque sin el"oxigeno": lo amado, se apaga el "fuego de la vida".
Pretende ser un canto a lo amado.

Gracias por compartir tus bellas apreciaciones con nosotros.

Juana.

terevidal dijo...

Contundente y bello el comentario de Rufi a este maravilloso poema, pero mi rebeldía vital me obliga a reivindicar que la pena que causa la ausencia, deja inevitablemente prendida una brasa imposible de apagar.
Os quiero. Tere