Eran violetas húmedas,
plenas, germinadas,
en una eternidad sin dioses.
Arrebatabas los instantes
dejándolos sin tiempo,
enmudecías la jerga de la razón.
Con tus manos invadías
el imperio de su ciudad escondida,
enredándolas entre la desnudez
de sus estambres.
Era tu cuerpo en el mío,
recorriendo las esdrújulas
entre el perfumado gemir
de las caricias en flor.
6 comentarios:
Es la primavera una estación especial siempre, pero este año la esperaré con más ansia después de leer violetas húmedas.
Hola Quique!!! gracias por entrar en la Página y compartir con nosotros "Amarrados en azul". "Violetas húmedas" es uno de los poemas preferidos y con las fotografias que le acompañan se convierte en sublime.
Besos: Juana
Violetas húmedas... Las violetas son tan bellas, y sin embargo, se ven condenadas a la sobra, la oscuridad que les hace mantener toda su belleza. Son como esas personas que no pueden salir de sus fantasmas porque pierden ese halo de genialidad, son un poco como somos todos en nuestro interior.
Violetas húmedas que tienen sus días contados por la luz, tempos irremediable fugit que es el común denominador entre ellas y nosotros. Nuestros estambres languidecen y nuestros cálices se tornan mustios por lo que solo nos resta versarlo, atrapando la magnificencia de alguna primavera lejana en la que éramos flores en la oscuridad, en la que no sabíamos amar aún y cuando aprendimos poniendo por precio nuestros pétalos llegamos a la luz... morimos, pero nuestra alma quedó atrapada en uno de aquellos rayos de luz, fue paradójicamente aquella tarde de sol.
Fuensanta López Teruel
Hola Fuensanta!!! Gracias por deleitarnos, de nuevo, con tu exquisita sensibilidad. Tú has compuesto otras "Violetas Húmedas".... y debo callar para que los asiduos de la Página disfruten de la belleza y profundidad de tus letras...
Es una suerte saber que cuento con estudiantes como tú. Vosotros cambiaréis el curso de la Historia y forjaréis un Mundo mejor...
Besos.
Juana.
carezco de la sensibilidad artística de Fuensanta, pero he ido a buscar una violeta que pudiera merecer semejante poema. Desde la viola avensis, hasta la yesoensis... todas quedan por debajo de la belleza de tus versos... no obstante tengo la sensación de que si busco mejor, la encontraré...
Hola Quique! gracias por tu aportación a la Página. Creo que no careces de la sensibilidad necesaria para entender la piel de las "violetas húmedas". No obstante, si deseas un peregrinaje... desde aquí te animamos a hacerlo... ya nos cuentas!!!!
Besos: Juana
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